
Paula se levanta a las 6:30 hrs. Prepara el almuerzo, el desayuno y ordena su lugar de trabajo; juguetes y dibujos habían quedado del día anterior. Son las 7:30 hrs, despierta a Camila y Matías, de 8 y 14 años; a las 8:30 inician sus clases online y se siente afortunada de contar con un viejo notebook que suple las clases presenciales. Tiene a mano la planificación semanal, su agenda rebasa de tareas por hacer. Son las 9:00 hrs. y ya se encuentra frente al computador. Es un día más en un departamento que se encuentra en medio de una comuna en cuarentena total. “¿Cómo será cuando todo esto termine?” Se pregunta.
Impacto de la pandemia en el modo de hacer las cosas
Según el Estudio Teletrabajo y Clima Laboral de Mandomedio —que contó con una muestra de 650 profesionales—, un 72% señaló que las empresas no estaban preparadas para el teletrabajo antes de la pandemia, mientras que un 28% mencionó que ya contaban con la modalidad de trabajo remoto. Sin embargo, el 65% de quienes declararon que la empresa no estaba preparada para el teletrabajo, estuvieron de acuerdo con que las cosas han funcionado bien. No cabe duda que el coronavirus aceleró la propagación del home office entre las empresas que utilizan las TIC, constituyéndose en un poderoso gatillador y acelerador del proceso de digitalización de estas. Como señaló Daniella Leal, académica del Instituto de Sociología de la P. Universidad Católica de Chile, “Esta pandemia se ha instalado como gatillante de cambios. Algunos venían de antes, mientras otros son nuevos. Lo que hace este tipo de experiencias es que nos empuja a hacer cosas, a apurar los cambios. Actúa como un catalizador”.
Después de la pandemia —porque sin duda habrá un antes y un después— la vida laboral no será la misma. Como miembros de PROLEARNING sabemos que los días de oficina tendrán otra dinámica y, tal vez, esto se transforme en jornadas compartidas entre la presencialidad y el teletrabajo, más entre las mujeres —salvo excepciones— que han debido conciliar la jornada laboral con el cuidado y labores domésticas. Tamaño desafío para organizaciones que deben continuar sus operaciones y asegurar los espacios de aprendizaje, ya que sin duda siempre será necesario que las personas estén en permanente formación y especialización.
Perfiles de jornada
La digitalización y automatización de las labores llegó para quedarse y eso plantea fuertes oportunidades y desafíos. No sería raro que en el corto plazo estemos en presencia de jornadas parciales en oficinas o lugares de trabajo que no cuentan con las condiciones que permitan mantener la distancia física. Considerando lo anterior, los perfiles de jornada consisten en modalidades de desempeño de las labores, las cuales buscarían combinar la presencialidad con el trabajo remoto y, de esta forma, ajustarse a las necesidades de la empresa y de los trabajadores en el contexto que se vive hoy.
No sabemos cuándo será todo eso. Lo cierto es que hay empresas que han estado implementando perfiles de jornada en un marco de retorno progresivo a las estaciones de trabajo. Pero, ¿cómo se comportará este proceso de retorno?
Supongamos que estamos hablando de una empresa cuyos procesos se realizan en estaciones de trabajo compartidas, con poca distancia entre cada una. Lo más probable es que deban generarse turnos para ir ocupándose gradualmente y mantener el trabajo a distancia de manera parcial. Si es así, los desafíos en materia de formación y aprendizaje organizacional requieren entornos virtuales que se adapten al usuario final.
El aprendizaje en la post pandemia
En PROLEARNING conocemos la importancia de estar siempre conectados y, muy especialmente, lo que significa el aprendizaje dentro de las organizaciones en un contexto de incertidumbre. La contingencia no puede frenar las iniciativas y procesos orientados a fortalecer las competencias que permitan hacer frente a los desafíos planteados por entornos en permanente cambio y complejidad.
Te invitamos a conocer las alternativas de formación que ofrecemos especialmente en contextos de transformación digital, las cuales consideran las diferencias desde una perspectiva de género, ya que, si bien las necesidades de aprendizaje y competencias son las mismas, los escenarios para resolverlos no.